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lunes, 3 de diciembre de 2007

Para que no Escape

Con corazón, corazón para ganar, Alianza afrontó con valentía enorme el 2-0 de Bolognesi en contra para darlo vuelta con el primer gol de Reimond Manco en Primera incluído.

Para los que arañamos la "base 2" nos será algo complicado pero no imposible recordar aquel 2 -sí, como el partido de ayer- de mayo de 1997, cuando jugando igual de mal, Alianza Lima venía abajo con un 4-2 -sí, 2 goles de diferencia también- en contra frente al maquinario Sporting Cristal de Markarián, tan igual que ante Bolo, y para redondear el caprichoso afán de la coincidencia, ambos encuentros fueron para Alianza (5-4 y 3-2), porque lo volteó con corazón... para ganar.

Así como en el '97 hubo un Paulo Hinostroza que señalara el camino de la recuperación apenas comenzada la segunda mitad; hoy, 10 años después, otro volante, Junior Viza le daría el primer respiro a la blanquiazul de 'puntín', para seguir evidenciando los parecidos aquel día Waldir Sáenz de penal -como Saritama- puso también un tanto en favor de Alianza y para cerrar este intento poco ficticio de comparar ambos partidos, Reimond Manco Albarracín -tal como el brasileño Bujica- le dio el triunfo a Matute con un tiro que también se le pasó por las piernas al golero visitante.

Si desde la teoría imaginábamos un partido complicado, en la praxis esto se confirmó con creces. Coronel Bolognesi adelantó sus líneas en el momento preciso, con el contragolpe siempre a su merced. Eran Soto, Ismodes, Vásquez y Cominges el tándem ofensivo perfecto para complicar a una zaga íntima siempre disminuída al retroceso, y como "tanto va el agua al cántaro que termina por romperse", Paul Cominges adelantó a los rojos en uno de los tantos ataques tacneños. La única respuesta importante fue un remate de Saritama que barajó Penny a mano cambiada, porque Mendoza, felicitaciones Mauricio Mendoza, tiene usted el mejor agente del mundo. Sin comentarios, todos los amagues del colombiano bien los podrían hacer los canteranos Cristopher Soto o Hurtado, tal vez con parecido éxito en la finalización del colombiano.

Para la segunda etapa el cielo pareció iluminarse para la hinchada de Alianza, pues al menos se esperaba la reacción inmediata de los de Arrué. Sin embargo, el sufrimiento no quería suprimir su presencia, ya que Eduardo Uribe -ex Alianza- puso el segundo para 'Bolo' de un cabezazo a placer, sin marca alguna... ¡SOLO!.

Soy sincero, sin inconciencia de quedar como antialiancista y mediocre, soy realista y por el desarrollo del partido y los antecedentes inmediatos nada favorables, pensé que el partido se nos iba. No fue hasta el rápido descuento de Viza que sentí en el inexistente festejo de 'Cuchara' la seguridad de un todo o nada para los minutos que restaban. Fue cuando pensé que el partido no lo perdíamos resignados, ni locos. Segundos en los que di cuenta de mi volubilidad, rasgo eterno de peruanazo futbolero.

Otro pelotazo, al menos los que hacen daño valen la pena tirarlos, se cae Santiago Salazar, pase para Viza, Jesús Alvarez a la marca. Falta... ¡¡¡PENAL!!!. Poco importaba entonces si el '6' había magnificado el ligero toque del defensor visitante. Minutos después, Saritama con la pelota rascando su botín derecho para engañar a Penny. Empatados y a ir con todo que aún que media hora. Si por los azares del destino ese regalito le quedó a Reimond, Manco dejó bien en claro que su gol no fue un entero obsequio. Se amagó a cuantos quiso y la golpeó con la sutileza de fulbitero lurineño para conquistar su primera diana y la victoria para La Victoria. Sí, porque la redundancia esta vez deja en claro, qué duda cabe... Que Alianza Lima creció EN LA VICTORIA.

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