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domingo, 16 de setiembre de 2007

LA FIESTA DEL PUEBLO

No le corten las piernas a Manco

Por Bruno Ortiz Jaime.

En este fútbol de ídolos foráneos y cracks cada 5 años, las apariciones rutilantes escasean. El actual jugador de Deportivo Municipal, Waldir Alejandro Sáenz Pérez, aparecía en 1992 como uno de los "potrillos" con mayor futuro que el resto de sus juveniles compañeros a base de goles y una riqueza técnica excepcional, una vida disipada y poca responsabilidad profesional lo llevaron a la pobredumbre de un casi ex-jugador. En 1997 Alianza Lima venció al Deportivo Pesquero de Chimbote por 2-1, ese día no destacaron los goles del ya mencionado Sáenz ni del brasileño Bujica, sino el descuento visitante, con un soberbio tiro libre de un delantero que prometía, Claudio Miguel Pizarro Bossio era su nombre. Al año siguiente, Alianza Lima compró su pase, una lesión lo marginó gran parte de ese año. Sin embargo, sus apariciones en la ya desaparecida Copa Merconorte y la extraordinaria campaña que hizo con el Alianza del Apertura '99 lo llevaron al Werder Bremen, lo demás ya es historia conocida.

Era la temporada 2001, Alianza venía de ser campeón en el Apertura bajo el mando de Paulo Autuori, el recordado "dream team" barría con el equipo que se le pusiera enfrente. Para el Clausura todo fue distinto, las estrellas se fueron y el puesto de técnico lo ocupó Ivan Brzic, quien encontró una plantilla mermada y con muchos canteranos. Uno de ellos, delantero categoría '84, respondía al nombre de Jefferson Agustín Farfán Guadalupe, 16 años. El ariete era más conocido por ser sobrino de Roberto Farfán que por sus atributos. En aquel Clausura, en un partido contra el Deportivo Wanka, la defensa visitante estaba impecable. En ese momento hizo su aparición un morenito de figura delgada, era Farfán. Al año siguiente, tendría más oportunidades de jugar, "Chepe" Torres - quien había reemplazado a Franco Navarro- le dio a 'Jeffry' los minutos que requería, a pesar de que fuera calificado de delantero "sin gol". Ese maleficio lo rompió Farfán en el Clausura de ese año, Alianza Lima venció 2-0 a Melgar y Farfán marcó el primero venciendo al desaparecido Félix Escuza. Al año siguiente, Jefferson demostró con creces porque se había adueñado de un puesto en la delantera, magníficas apariciones en la Libertadores y en las definiciones de campeonato que tuvo que sostener el cuadro victoriano -2003 y 2004 frente a Cristal- lo consolidaron como el mejor jugador del torneo local. PSV Eindhoven se hizo de los servicios del buen atacante blanquiazul, quien es hoy figura estelar del cuadro tulipán.

No necesitaron pasar 5 años para que aparezca la nueva "joya" aliancista, Reimond Manco demuestra que lo suyo no es sólo publicidad de Ideal Amanecer, sino la exquisitez pura en esa quimbosa pierna derecha. Haciendo un paralelo, y sin afán de caer en incoherentes comparaciones, Sergio Agüero tuvo un crecer futbolístico muy similar, desde los 14 años ya pintaba para figura y los 17 ya era una realidad absoluta, hoy brilla en el Atlético de Madrid.

Es obvio que las condiciones físicas de un delantero Sub-17 son notoriamente inferiores a las de un profesional, pero en lo que no podría diferenciarse es en el nivel competitivo, Reimond viene de ser elegido mejor jugador del Sudamericano y alcanzó en el Mundial de Corea un nivel óptimo. Sería bueno que el profesor Arrué optara continuamente en Manco como pieza de recambio, sin hacerse el ciego con Alonso Bazalar que puede pararse tranquilamente como un contención acompañando a Jayo, si no le damos la oportunidad ahora estos muchachos los veremos madurar futbolísticamente recién a los 25. Sin afán alguno de otorgarle rasgos mesiánicos a ningún "Jotita", podremos llevar a la mayoría a ser la base aliancista en las próximas temporadas.

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