Luego de dos meses, Alianza Lima volvió al triunfo en Matute. Ajustadamente venció 2-1 a Alianza Atlético de Sullana en el inicio del mes morado. Equipo de Arrué demuestra que sin Manco ataca a ritmo 'de procesión'.
Si Miguel Ángel Arrué se sintió conforme con el triunfo de Alianza hoy, estamos todos los blanquiazules perdidos. En un partido muy flojo ofensivamente, Alianza tuvo que recurrir al valor individual de Reimond Manco para sacar adelante un partido que se estaba tornando cada minuto más inaccesible. Basta darle una mirada al video de los primeros 45' de Alianza Lima para entender que lo que decimos no es bajo ningún concepto palabras de hincha exigente o burdo 'aguafiestas'.
Alianza salió a 'buscar' el partido (por si se le puede llamar así) con los inútiles intentos de Saritama, Viza y Guizazola. No hay que sumarle a ello la inoperancia absoluta de Mauricio Mendoza, quien está en vigencia futbolística por los inerrables goles que anota abajo del arco y el 'dribleo mortal' que jura poseer. Los tibios intentos 'blanquimorados' generaban las primeras clarinadas del contragolpe sullanense -saque largo del colombiano Rivera para su compatriota Ruiz- las cuales se gestaban ante la incapacidad de la ofensiva local de generar espacios en ataque. Salvo un desborde solitario de Salas para un remate pifiado de Maestri, Alianza no mostró otra señal de alerta en los últimos veinte metros contrarios. Tal como pude hacer una pequeña reseña del primer tiempo, observando el partido desde un lugar de la tribuna oriente:
"El primer tiempo evidenció la carencia de un armador en el equipo, Alianza Lima se muestra muy discreto en acción ofensiva. Parece que en la era Arrué las primeras partes de los partidos sirven como 'medidor' de la capacidad defensiva rival, pues aparentan los victorianos que estuviera prohibido anotar en los primeros tiempos. La precariedad del campo de juego y de la capacidad atacante de los 'blanquimorados' exaspera al espectador pero no al D.T Arrué. Mientras esperamos no padecer cuando los partidos ya no sean a ritmo de entrenamiento"
Le habían gritado de todo a Arrué, le pedían el ingreso de Manco como una reacción instintiva, un grito 'parasimpático' que a pesar de todo tenía razón de ser. Alianza empezó el segundo tiempo tan dormido como la capacidad de reacción del estratega chileno. Alianza Atlético sabía bien que era la oportunidad a no dejar escapar y sí que la supo aprovechar, cuando me dispuse a anotar en el papel la falta cometida cerca al área contra el gambiano Cessay y apenas levante la cabeza y vi el derechazo infernal de Martín Tenemas incrustarse en el ángulo superior derecho de Pinto. Golazo y había que aplaudirlo nomas, callado y viendo recién a Arrué reaccionar. Alianza se fue drásticamente al ataque sin ninguna premisa (¿Como si hubiese tenido alguna en el primer tiempo?), Mendoza dejaba lo decepcionante y suplía sus carencias con ímpetu, generaba tiros de esquina y corría a buscar cabecearlos (¿Como que es para lo que vino no?). Fue entonces el momento decisivo, el presionado ingreso de Manco le cambió la cara de alguna manera a Alianza por ese lado derecho, el pequeño atacante hizo quedar a Saritama, Viza y demás como cobardes encaradores y obsoletos armadores. Manco solo gestionó en pocos minutos varios ataques y acertadas intervenciones que lo hacen ver como solución en Alianza (craso error). Fue en una de las escapadas del 'Mejor Jugador del Sudamericano Ecuador 2007' que el balón servido a Saritama fue cedido a su vez por el ecuatoriano al cuestionado colombiano Mendoza, quien tuvo un afortunado amague y en situación inmejorable cerró los ojos y metió un derechazo que Rivera no pudo contener. Fue más lo que celebró el delantero que la calidad de su tanto.
Minutos después, luego de varios intentos visitantes, tal como lo escribí en mis apuntes llegó el gol del triunfo, tal como paso a relatar a continuación: "Lo que había resultado infructuoso en todo el partido sirvió para el empate de Alianza Lima. Al 'ollazo' para Viza que quedó solo y remató débil. Sin embargo, el tiro del '6' se le pasó por entre las piernas a Rivera", fue todo lo que pude escribir durante el grito y el júbilo incontrolable de los hinchas que celebraban a mi alrededor (por qué no decirlo, el mío también). Los minutos finales registraron un cabezazo extremamente peligroso del autor del gol visitante, Martín Tenemás y una escapada de Saulo Aponte que dejó solo a Ruiz, quien estando solo no disparó con claridad, dejando a los de Cardama sin el empate y a varios íntimos de la tribuna con varios años menos del susto.
SÍNTESIS
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